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Mostrando entradas de 2018

Julio Cortázar: Reunión con un círculo rojo

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     Y sin embargo me parece que este relato es solo un juego, una exposición de virtuosismo que, como la del jugador en una banda y alejado de la portería contraria, innecesaria. Porque hay un gran acierto en la voz narradora, pero la sorpresa final es floja, tiene algo de impacto gratuito, de giro de autor de categoría inferior a la de nuestro querido Cortázar. Relato más para hacer ejercicio de dedos, ejercicio de planear solo mentalmente, supongo que está donde está porque Cortázar amaba el juego, amaba a veces el escorzo filigranero, la burla rápida, y esta vez no quiso ir más allá.

Adolfo Bioy Casares: La trama celeste

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   La actualidad de este relato resulta pasmosa, tantos años después de haber sido escrito. Me fascina la sencillez de la exposición de un tema tan proclive a lo farragoso. Las explicaciones basadas en textos y pensadores clásicos casi me hace suspirar de alegría: esto es posible, es posible. Sin duda, una literatura clásica que debe mucho a la inteligencia clara y a la lucidez expresiva. Y esa pátina de cotidianeidad que lo vuelve todo más real, con ese fino humor en los nombres y lugares: exquisitez de quien planea y ejecuta limpiando, restando: maestría colosal.     Ahora, en la cadena HBO la serie más novedosa trata del tema de los mundos paralelos. Hace muchos años, Bioy dejó este relato maestro sobre el tema. 

Philip K. Dick: Tiempo desarticulado

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     Hay una cierta ingenuidad reconfortante en este libro, una inocencia en la narración y en la mirada del narrador que invita a recordar la literatura pulp pero también una manera de afrontar el futuro y las verdades muy alentadora, pues recuerda a esas épocas en que todo se fiaba a la palabra dada por alguien (aquello que se llamaba palabra de honor). Aunque la novela ataca a las apariencias y a lo fácilmente visible, a lo fácilmente creíble, tiene su mayor acierto en no hacer alambicado su desarrollo, en no complicar su trama y en develar diríamos que mirando a los ojos, sin trampa ni cartón: Puedes no creer en esto, dice Dick, pero no te he engañado; puede ser un desvarío, pero te lo he contado como lo veo y lo creo. Hay algo de literatura casi de quiosco en esta historia, puede parecer que todo está cogido con pinzas, puede mover al asombro despectivo llegar al final de sus páginas, pero también hay una nobleza que ya casi no se encuentra en la literatura actual, de una

Adolfo Bioy Casares: De los reyes futuros

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   De nuevo se entrevén las influencias de Wells y Kafka en un relato de Bioy, atento siempre a las influencias y al mejor legado literario, pero la concreción del mundo es propia y la creación de personajes es inequívocamente suyo. El narrador no es un valiente desaforado y tiene un papel esencial pero no absolutamente protagónico, sino más bien de canalizador. La perfección de los detalles, de la elección de todo lo que viste al relato es magistral y en su laconismo hace destacar una fuerza innegable e imperecedera, pues el cuento se vuelve fácilmente universal y sin fecha de caducidad, así como muy entendible en cualquier época y lugar, pues opera con pocos elementos, esenciales elementos que apuntan a la transparencia y, a la vez, a una ambigüedad marca de la casa que me hacen pensar que Bioy es uno de los más grandes autores de la narrativa fantástica y de la narrativa en general. Su aparente sencillez es como un prodigio de luces móviles en una noche quieta, su apuesta por

Adolfo Bioy Casares: En memoria de Paulina

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   Relato absolutamente genial, de la primera a la última línea, tan perfecto que no puede sino despertar la más ardiente admiración de cualquiera que se dedique a imaginar ficciones, a engarzar fragmentos de historias para hacerlas verosímiles y legibles, es también un puro gozo para el lector que disfrutará de la posibilidad de acabar y volver al principio para degustar de nuevo, como de una maravillosa bebida o una canción absorbente, un texto esplendoroso que habla del amor y de los celos y de la pérdida y de lo sabido y lo añorado y del paso del tiempo como una cuchilla que todo lo corta. Relato que es cima de la literatura fantástica y un camino personal y único que no admite seguramente, sin riesgo de parecer estúpido o simplemente un vano copiador, el paso de un alumno (aunque en su mundo generador seguramente sí puede señalarse a autores como Kafka, Poe y Maupassant) ni de nadie que pueda continuar por este lado del develamiento de la realidad, es por sí solo tan import

Julio Cortázar: La noche boca arriba

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         Genial relato que hace dudar de cuál es la verdadera realidad: la del sueño o la de la vigilia. Vigilia que acaso es otro sueño. Las intuiciones de Cortázar no caducan: ahora que se habla mucho de los universos paralelos, este relato vuelve a nosotros con fuerza renovada. Ya no lo veo tan claramente como un cruce de realidad y sueño, del que salieron después novelas tan inolvidables como La orilla oscura , de José María Merino. Ahora lo enfrento y me dejo envolver por él atendiendo a lo que algunos científicos apuntan, vislumbran, aún no pueden probar, y me inquieto más y pienso más. Como con todo lo que leo de Cortázar, cuanta más edad tengo, más me siento abrumado por  la sensación de que la literatura no era lo más importante para el maestro argentino. Hubo una época en que lo leíamos para sorprendernos, para gozar. Pero conforme envejecemos y más sabemos, con mayor claridad se nos impone la certeza de que Cortázar no soñaba, sino que intuía: así, este relato inquie