Julio Cortázar: Cambio de luces

   


   Teñido de una gran melancolía, este relato nos cuenta la historia de dos personas que no han sabido amarse, que no han sabido hablarse, que no han sabido acomodarse al otro, estar en el otro, ser con el otro. Ambos han soñado que el otro es diferente y se esfuerzan en amoldar al otro a lo que esperan de él, a como imaginan que debe ser, a como anhelan que sea. Es un cuento de amor y de desamor en el que la tristeza lo impregna todo, hasta los momentos alegres, que solo son una pausa entre dos tristezas. Realista, transparente, inquietante solo en la imaginación del lector y nunca en el texto, es uno más de esos relatos de Cortázar que gusta releer apenas has leído la última línea, porque tienes la sensación de que algo te has perdido, tiene que haber detalles que te has saltado, palabras con doble sentido o imágenes interpretadas erróneamente. Sin embargo, no hay manera de borrar esa tristeza, esa pequeña frustración que te invade cuando comprendes que no hay más, que ese algo buscado es algo perdido, algo que se fue, se escapó, y que precisamente en eso radica la importancia del relato, lo que llamaríamos el toque maestro, porque la pérdida es definitiva, lo intuido se escapó, el vislumbre no ha dado paso al hallazgo que acaso se habría mantenido en el tiempo y contra el tiempo. 

Entradas populares de este blog

Julio Cortázar: Silvia

Julio Cortázar: Orientación de los gatos