Julio Cortázar: La noche boca arriba

   


   Uno de los mejores cuentos de Cortázar, uno de los más celebrados y recordados, muy justamente: como en Axolotl, hay un viaje de uno a otro, de otro a uno, siendo dos o siendo solo uno, he ahí la confusión, el ser y el perderse siendo, el no encontrarse aunque se sabe que se ha sido. Nada es seguro, la ciencia lo sabe: incluso lo que vemos es solo una interpretación, una acomodación, un velo tras el que hay lo que no vemos y lo que no conseguimos ver y lo que no debemos ver: así, nuestra conciencia tampoco es fiable, además de nuestros ojos, nos dice Cortázar en este cuento, y el que es puede haberse ido sin decir adiós dejándonos en este que acaso no tenemos más remedio que ser. Y quien tenga certeza de que su realidad es la se presenta ante su análisis cabal, que abra de nuevo los ojos y el ojo de la mente, porque nada sabemos que nos aparte de verdades incómodas, de reojos más ciertos que miradas frontales, de intuiciones más agudas que ensayos científicos superados con éxito y repetidos banalmente y sin descanso hasta conformar lo que denominamos realidad, pálido fuego detrás del que se intuye una verdad más cierta. 
   La noche boca arriba es el cuento para los que no leen ficción, para los que leen mucha ficción, para los que creen en algo más y para los que no creen más que en sí mismos: seguramente la mejor puerta de entrada al universo Cortázar. 

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